Sí, bueno, el caso es que estaba yo de vacaciones con mis primos y vi a mi abuela haciendo un crucigrama y me puse a dibujarla...
Cuando terminé contemplé mi obra; me ENCANTABA cómo había quedado. La consideré desde aquel momento prácticamente la mejor obra de mi vida. Así que la dejé sobre la mesa para que la pudieran observar todos, incluso mi abuela, que desconocía el hecho de que la estaban retratando.
Tan a la vista dejé el dibujo, que cuando volví unas horas después, mi prima pequeña se había encargado de terminarlo (por aquel entonces tendría unos 3 años)
No podéis imaginar el odio que en ese instante crecía en mi estómago. Lo pasé bastante mal, pero ahora lo miro y pienso, no le queda tan mal, ja ja ja.
Muchos besos, ceci.
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